viernes, 9 de marzo de 2012


PISTAS PARA DAR CON EL MOMENTO MÁS FÉRTIL
El momento más adecuado para conseguir la fecundación del óvulo se sitúa en torno a la ovulación. Existen algunos métodos que pueden ayudar a identificar esos días.
  • Utilizar el calendario: lo primero es apuntar el primer día de cada ciclo y observar si éste ocurre con cierta regularidad y cada cuánto. Lo más habitual son ciclos de 28 días con lo que la ovulación se producirá en torno a 14 días después del primer día de menstruación. Si los ciclos son irregulares, un método indirecto es restar 18 al número de días del ciclo más corto. Cuando comience el siguiente período cuente hacia adelante el número de días resultante y localizará los días más fértiles. Este sistema puede fallar porque son muchos los factores que afectan a la duración de cada ciclo como el estrés, el ejercicio o cualquier enfermedad.
  • Cambios en el moco cervical: justo antes de la ovulación aumenta la secreción vaginal transparente y resbaladiza, similar a la clara de huevo. Tras la ovulación se vuelve turbia y pegajosa o desaparece por completo. Aunque es un buen método para identificar los días más fértiles, no deja de estar basado en una apreciación subjetiva.
  • Cambios en la temperatura basal: la ovulación produce generalmente un aumento gradual o incluso brusco de la temperatura basal de entre 0,2 y 0,4 grados. Por tanto, el período de mayor fertilidad estará en los tres días antes de este aumento de la temperatura. Este método requiere tomar la temperatura todas las mañanas antes de levantarse de la cama con un termómetro que se colocará dentro de la cavidad oral. El inconveniente de este método es que a veces las variaciones en la temperatura son muy pequeñas o se producen demasiado tarde como para ser de utilidad.
  • Prueba rápida de ovulación: se realiza con unos dispositivos que se compran sin receta y que utilizan una muestra de orina para detectar la elevación hormonal que se produce justo antes de la ovulación.
CUÁNDO VISITAR AL MÉDICO
La mayoría de las parejas consigue concebir dentro de los primeros seis meses de relaciones sexuales regulares y el 90% lo hace en el primer año. Un pequeño porcentaje necesita alguna ayuda.
Si la mujer es menor de 30 años y goza de buena salud, así como su pareja, puede esperar un año antes de plantear al médico este problema. Para mujeres mayores de 35 o con periodos irregulares y escasos, esta espera puede reducirse, sobre todo si existe en alguno de los dos miembros de la pareja una historia de problemas de fertilidad en la familia.
La infertilidad afecta por igual a hombres y mujeres. La consulta médica debe comenzar por el médico de cabecera, ginecólogo y urólogo. Sólo en algunos casos será necesario recurrir a un especialista en fertilidad.



¿Miedo a la hora de bañar a nuestros hijos?

El baño constituye un momento de contacto, ternura, besos y diversión, además de garantizar el bienestar y la salud del bebé.

En esta actividad las madres primerizas suelen sentirse inexpertas, pero en poco tiempo dominan la práctica utilizando palabras amorosas y gestos afectivos que el bebé recibe encantado.

El recién nacido disfruta en el baño, no hay que olvidar que se ha desarrollado durante nueve meses en el medio acuático del útero.

En la primera hora después de nacer, el bebé recibe su primer baño en el hospital. En algunos centros permiten que el padre esté presente en esos momentos si ha asistido al parto.

Una vez en casa, es aconsejable bañar diariamente al bebé aunque el cordón umbilical aún no haya cicatrizado.

No hay una hora determinada para el baño pero hay que evitar los momentos posteriores a la toma porque podría regurgitar la leche, tampoco sería placentero para el bebé si se le baña cuando está hambriento o molesto. Es conveniente que el horario del baño se mantenga con cierta regularidad para ayudar al bebé a tener un punto de referencia temporal que le proporcione seguridad.

El cuarto de baño o la habitación elegida para esta actividad debe ser cálida, entre 22º C y 25º C de temperatura, sin corrientes de aire y con espacio para tener a mano todo lo necesario.

Antes de coger al bebé de la cuna hay que tener todo dispuesto, para el baño y para después del baño, porque no se debe dejar sólo al bebé ni un segundo bajo ningún concepto.

Se llena la bañera con agua tibia, alrededor de 37º C, comprobando la temperatura con un termómetro de baño, con el dorso de la mano o con el codo.

Al desnudar al bebé en el vestidor, hay que proceder a la limpieza de las nalgas antes de meterle en el agua, evitando así que ésta se ensucie. Para la limpieza de esta zona se puede utilizar una toallita húmeda y después humedecer con agua tibia y jabón suave.

Aún en el vestidor, se enjabona el cuerpo del bebé con la manopla húmeda, sobre todo en los pliegues cutáneos y en los genitales. También se enjabona la cabecita para evitar que aparezcan costras debido a la secreción de sebo. No hay que preocuparse por enjabonar la zona de las fontanelas porque, aunque no esté osificada, es resistente. Si se forman costras puede ponerse aceite de almendras por la noche y lavar la cabecita por la mañana, de esta forma se desprenderán.

Una vez enjabonado todo el cuerpo, la madre o el padre pasa el brazo por debajo de la axila del bebé, de forma que la cabeza descanse sobre el antebrazo, y con la mano sujeta el hombro con firmeza para sumergirle poco a poco en el agua, procurando que no entre agua en sus ojos frágiles aún. Dentro del agua se le gira sujetándolo por debajo del pecho para aclarar las nalgas y la espalda.

Cuando el bebé esté más acostumbrado al baño, se le puede sumergir primero y enjabonarle después.

Para salir del baño, la madre o el padre deben asegurarse que sus manos no tienen jabón que haga resbalar al bebé al sujetarlo. Al salir se le abriga inmediatamente porque se enfría muy deprisa y a continuación se van secando las diferentes partes del cuerpo dando toques suaves con la toalla, sin frotar, desde la cabeza hacia abajo, poniendo especial atención en algunas zonas delicadas


http://www.waece.org/educacionpreypostnatal/seccion3/cap3.htm